El Humo de Segunda Mano y los No Fumadores
El tabaquismo pasivo o humo de segunda mano causa daños en adultos y niños por igual; la única manera de proteger por completo a las personas no fumadoras es eliminando el humo en todas las viviendas, sitios de trabajo y áreas públicas.
El separar a los fumadores de los no-fumadores, abrir ventanas o usar filtros de aire no elimina la posibilidad de respirar humo de segunda mano.
- El humo de segunda mano es peligroso para cualquiera que lo inhale. Este puede permanecer en el ambiente por varias horas luego de que alguien ha fumado. Respirar el humo de segunda mano – incluso por periodos de tiempo muy cortos – puede afectar el organismo.
Con el transcurrir del tiempo, el tabaquismo pasivo ha sido asociado con serios problemas de salud en las personas no-fumadoras:
- Cáncer de pulmón, a pesar de nunca haber fumado.
- Probabilidad más alta de desarrollar enfermedades del corazón, tener un ataque cardiaco o sufrir una muerte prematura.
- Problemas respiratorios como tos, flema excesiva, silbidos y respiración entrecortada.
El humo de segunda mano es especialmente peligroso para niños, bebés y mujeres en estado de embarazo:
- Las madres que inhalan humo de segunda mano durante su embarazo tienen mayor probabilidad de tener bebés con deficiencia de peso.
- Los recién nacidos que respiran en un ambiente con humo de segunda mano desarrollan más infecciones de pulmón que otros bebés.
- El humo de segunda mano causa ataques más severos y frecuentes en niños que sufren de asma.
- Niños que han sido expuestos al humo de segunda mano son más propensos a desarrollar bronquitis, neumonía e infecciones de oído.
Fuentes: U.S Department of Health and Human Services. National Cancer institute of Health.